La digitalización define cada sector, ya que todo se vuelve cada vez más interconectado y digital. Las empresas dependen de internet, y gran parte de nuestra información personal se almacena en línea y en nuestros dispositivos. Exponernos a riesgos que pongan en peligro nuestra seguridad como individuos, o que dañen a las empresas y a la infraestructura pública, es una amenaza real, incluso al usar una red abierta. Por lo tanto, es necesario integrar medidas de ciberseguridad en las soluciones para fortalecer la integridad y la seguridad.
Las nuevas tecnologías se actualizan y adaptan en infraestructuras críticas para optimizar las operaciones. Los dispositivos de seguridad inalámbricos ofrecen infinitas posibilidades para la protección de la infraestructura, pero podrían plantear interrogantes sobre la ciberseguridad. A continuación, analizaremos en detalle las capas de ciberseguridad en la tecnología de cierre sin llave.
La ciberseguridad en capas aumenta la seguridad física. Hay tres procedimientos importantes que deben implementarse en capas: cifrado, autenticación y autorización.
La información se puede ocultar mediante cifrado. El cifrado protege todos los datos que viajan entre dispositivos codificando la información o alterando el texto legible para que no tenga sentido y protegerlo de usuarios no autorizados.
La autenticación identifica al usuario y al sistema de gestión de acceso. Una vez que todas las partes estén seguras de quién está al otro lado de la línea, se pueden otorgar y utilizar los derechos de acceso. La autenticación del usuario incluye las medidas de identificación de la aplicación, así como la biometría o las contraseñas del teléfono para validar al usuario. El sistema de gestión de acceso también autentica esta información. Si se reciben datos no válidos, el sistema de gestión o la cerradura no los leerán.
La autorización determina qué puede hacer cada usuario dentro de una aplicación o con los datos recibidos; por ejemplo, si un usuario puede primero recibir derechos de acceso y luego compartirlos personalmente. Con los derechos de acceso, los usuarios pueden limitarse a recibir y usar únicamente sus derechos de acceso personales y nunca compartirlos. Esto también refuerza la seguridad física.
Las soluciones de bloqueo digital ofrecen una seguridad y protección de la privacidad excepcionales para infraestructuras críticas. Existen soluciones con cable e inalámbricas, y estas últimas suelen utilizar tecnología NFC o Bluetooth®. Las soluciones con cable tienen limitaciones y requisitos de ubicación. NFC es una solución inalámbrica que puede funcionar sin una fuente de alimentación continua, pero estos dispositivos solo se activan cuando están muy cerca.
Las cerraduras Bluetooth® alimentadas por batería ofrecen una fuente de alimentación continua y flexibilidad inalámbrica, por lo que también son la tecnología elegida para el portafolio digital de BEAT. Las soluciones de la competencia parecen resolver los mismos desafíos que enfrentan nuestros clientes, pero a diferencia de BEAT, estos dispositivos de cierre podrían no estar diseñados para su uso sin llave, lo que resulta en una experiencia de usuario, seguridad y durabilidad deficientes.
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